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Miguel Colunga

Peña Nieto y "El Empresario"

Ayer recapitulé en este espacio parte de la trama de corrupción de René Bejarano, hombre cercano a Andrés Manuel López Obrador. La historia involucra a más de un personaje del PRD. También comenté el doble discurso de ese partido al pedir a los mexicanos que "no dejemos de mirar atrás", cuando él mismo apuesta al olvido en su intento por poner en la dirigencia nacional a Dolores Padierna, esposa y operadora política y financiera de René Bejarano.

Pero hay un político príista que no ha sido mencionado en esa historia de corrupción entre empresarios y políticos. El Gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, también tuvo sus nexos con Carlos Ahumada.

Quien grabara y evidenciara en cintas de video el reparto de dinero entre operadores, delegados y funcionarios del GDF, y perredistas del alto nivel, deja entrever que también el suspirante a la Presidencia del 2012, Peña Nieto, participó en la historia para detener a López Obrador rumbo a la presidencia de México, en el 2006.

Ahumada escribe en su libro Derecho de Réplica (Grijalbo Mondadori, 2009), que el expresidente Carlos Salinas le pagaría por el video escándalo, 400 millones de pesos, "que a la fecha" (en que se escribió el libro) no se le habían pagado.

Dentro de la danza de los millones, el empresario argentino cuenta que recibió de Salinas 35 millones de pesos que le entregaron el entonces gobernador de Tabasco Manuel Andrade; el ex gobernador mexiquense Arturo Montiel; Enrique Peña Nieto, entonces diputado priista; Elba Esther Gordillo y Jorge Kahwagi.

Ante los señalamientos, Peña Nieto sorprende con su astucia y sapiencia propia de los políticos tricolores. Declararía a los medios que los dichos de Ahumada "no deben de sorprendernos" porque el "tiempo político electoral" que se vivía en aquel entonces se prestaba para hacer "señalamientos, difamaciones y calumnias". Y se apresuró a completar: "No conozco a Carlos Ahumada". (El Universal, 7 de mayo 2009).

El 8 de mayo de 2009, el ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, opinó que no le extrañaba la participación de Peña Nieto en la trama Bejarano-Ahumada-Salinas.

"y ahora aparece Enrique Peña Nieto, lo que es creíble porque fue el secretario de Finanzas de Arturo Montiel, quien tenía negocios con Ahumada”. (La Jornada, 8 de mayo 2009)

 

Independiente de las declaraciones de López Obrador, hay más en el libro de Carlos Ahumada. El autor cuenta que en 2004 Carlos Salinas de Gortari le dijo que "sería muy bueno" que conociera a Peña Nieto, que en aquellos años era coordinador del grupo parlamentario del PRI en el Estado de México.

Ahumada, también propietario del periódico El Independiente, refiere que Salinas le sugirió que invitara al joven político mexiquense a las instalaciones de su periódico. La cita se realizó el 1 de febrero del 2004. "Por cuestiones de último momento" Ahumada justifica su inasistencia al encuentro, y cuenta que Javier Solórzano y Raymundo Rivapalacio, entonces directivos del diario, recibieron a Peña Nieto. Días después, sigue el autor, los dos periodistas le comentarían el rato agradable y la "deliciosa barbacoa" que llevó Peña a la cita.

Peña Nieto niega conocer a Ahumada, pero reconoce que tuvo contacto con directivos del medio impreso.

"No lo conocí (a Carlos Ahumada), sé que era presidente de un periódico "El Independiente", alguna vez visité a los directivos en la relación que llevamos con todos los medios, pero a él no tuve ocasión de conocerlo" (Terra.com.mx con información de Grupo Reforma, 12 de mayo 2009)

Ahora bien, ¿Qué interés pudo haber tenido Carlos Ahumada en involucrar al Gobernador mexiquense en un libro editado en 2009, y en revelar un encuentro del 2004? ¿Porqué Peña Nieto participó en la entrega de 35 millones de pesos? ¿A cambio de qué?

Mi conclusión: Me queda claro que posiblemente no todo lo que escribe Carlos Ahumada en Derecho de Réplica sucedió tal cual. A final de cuentas, diría una famosa vedete cubano-mexicana, es SU VERDAD. Pero para ser mentira, creo que hay demasiados actores y factores políticos involucrados, y eso no es cosa menor. Si al momento de engañar sobran palabras, Carlos Ahumada, entonces, sería un gran novelista. Cosa que no sería al caso porque gran parte de quienes aparecen en las páginas hicieron declaraciones y deslindes.

Y Peña Nieto no se quedó atrás...

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