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Miguel Colunga

Un tuit logra más que mil palabras

Tremendo revés ciudadano recibió el lunes el gobierno de Enrique Peña Nieto. Luego de que en Ciudad Nezahualcóyotl se inaugurara un parque deportivo con el nombre de la esposa del Gelboy, en twitter hubo inconformidad por tal decisión.

Como se diría en el sitio de microblog: la tuitiza estuvo severa para Peña. Aunque según autoridades el nombre de "Parque Recreativo Angélica Rivera de Peña" fue aprobado por el cabildo municipal, los ojos se centraron en el gobierno estatal.

No era para menos. La situación no se limitó solamente al parque. Información de prensa apuntó a que incluso ya había los anuncios viales que dirigían al “Gaviotapark”. Vamos, que seguramente no era un letrero. Supongamos que eran 5 letreros que decían "Parque Recreativo Angélica Rivera de Peña" con su respectiva flechita o la leyenda "Parque Recreativo Gaviota" a 200 metros".

Vía Facebook Angélica Rivera dijo desconocer que había un parque con su nombre. Se dijo honrada, pero que dejaba tan honorable empresa a alguien que realmente se mereciera el reconocimiento. La Gaviota culpó, sutilmente, al municipio de Neza. Escribió:

Valoro la gentileza del gobierno municipal, pero en cuanto me enteré de esto  --que desconocía totalmente-- les pedí reconsiderar su decisión

 

Al menos la esposa del Gobernador Enrique Peña Nieto reconoce que no ha hecho mucho como para que su nombre sea puesto con letras doradas en pared alguna.

Y es que siendo honestos, ¿en la cabeza de cuál servidor público cupo la idea de nombrar así una obra pública? Y lo peor: ¿en qué pensó el cabildo mientras votó la autorización del nombre? Para como son los priistas seguramente en cabildo argumentaron cosas como: "Hay que reconocerle al Señor Gobernador su trabajo por el municipio. Así que pongámosle el nombre de su Señora esposa al parque". Y salieron con su batea de babas.

No es la primera vez que Peña Nieto se enfrenta a este tipo de situaciones. En noviembre de 2009 el gobierno municipal de Azucena Olivares, de Naucalpan, pensó en bautizar su teatro municipal con el nombre del gobernador. En ese entonces el dato se filtró a la prensa. Periódico Reforma ventiló el caso y desde Toluca vino el jalón de orejas para Olivares. Mandaron decir del Palacio de Gobierno que hasta el momento el Gobernador había sido muy estricto en no bautizar obras públicas con su nombre. Y claro Olivares, peñista de hueso colorado, reculó y en sesión de cabildo se autorizó el nombre que actualmente tiene: Teatro de la Ciudad Bicentenario.

Pues regresando al caso de Ciudad Neza, el tema trascendió twitter y en cosa de cinco horas alguien dio la orden de quitar el nombre al "Gaviotapark". Ya en la tarde del lunes 4 de abril nada más se leía "Parque Recreativo". Vaya, de los males, el menos.

Luego vino la respuesta del gobierno de Nezahualcóyotl: se elegirá el nombre mediante un concurso entre los habitantes del municipio. Así, sin más. Sin reglas. Sin bases. Sin método de calificación. Sin un jurado definido. Así como por arte de magia el cabildo autorizó el nombre del "Gaviotapark", y así como una llamada ordenó borrar el apelativo. Así, misteriosamente, habrá nuevo nombre. Para que terminen llamándolo "Parque Benito Juárez". ¡Ni cómo ayudarlos!

 

Mi conclusión: Me queda claro que twitter no permea de igual forma en la vida real. Los temas que se comentan en las sobremesas difieren a los que se discuten en twitter. Decir que "twiteros obligan a quitar el nombre de Angélica Rivera a un Parque" como tituló el semanario Proceso, es porque los políticos están al tanto de lo que en las redes sociales se habla de ellos o de sus gestiones. Eso es un arma de dos filos. Por un lado los obliga a responder con acciones concretas, como el caso del "Gaviotapark" del cual Angélica Rivera ni enterada estaba. Y por otro, les puede urgir el tema de moderar los contenidos de la Internet. Para bien y para mal. Por otra parte, este caso es emblemático porque nos da cuenta de que en Toluca no se enteran de todas las decisiones municipales. ¡Que la esposa del Gobernador desconociera que una obra pública llevaba su nombre no es cosa menor! Ese es un problema de gobernabilidad. En el Estado de México, y en Guerrero, y en Chiapas, y en Durango. Es un problema nacional.
En este juego de señalamientos -del Municipal al Estatal- el que queda más manchado es el de mayor autoridad. Y de nueva cuenta, voluntaria o involuntariamente, Peña Nieto dio la nota.

 

Twitter: @mikeonweb

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