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Miguel Colunga

¿Cómo retratar a una mujer con poder? (I/II)

Veo varias noticias, de distintas agencias pero con el mismo hilo informativo, de que la Primera Dama de Estados Unidos, Michelle Obama, hizo lagartijas en un programa de tv.

No es común ver a la esposa del Presidente Norteamericano hacer ejercicio en un programa con gran audiencia. Sobre todo considerando que su antecesora, la Señora Bush, no solía aparecer en medios. Y menos después de las fuertes declaraciones de la esposa de Tony Blair, Cherie Blair, en 2004, cuando dijo que la esposa de George W. Bush era "cerrada, obtusa y demasiado conservadora".

Pero la Señora Obama es harina de otro costal. Suele dejarse ver y fotografiar en eventos sociales, de caridad, en sus vacaciones o realizando rutinas de ejercicio en parques y calles próximas a la Casa Blanca. Todo como parte de la política de salud que lleva la administración Obama, destinada a reducir la obesidad en la población y mejorar los hábitos alimenticios.

También recientemente Michelle acudió al programa de Jay Leno y llegó con una canasta de verduras cosechadas en los jardines de la Casa Blanca.

¿Cómo se debría de retratar a la Señora Michelle Obama? ¿Como una mujer hogareña, preocupada por sus hijas, o como una mujer activa, que está fuera de casa atendiendo asuntos personales? ¿O tal vez como una mujer más cercana al Presidente Obama, que a los ciudadanos de a pie?


Amén de las labores tras bambalinas que realice la Señora Obama, queda claro que la imagen pública que le han fabricado es de una mujer equilibrada, que igual acude a un programa de tv a hablar de los beneficios de comer frutas y verduras, que ventila algunos cotilleos de alcoba, que habla de sus hijas o que aparece en portadas de revistas de moda, como lo hizo en marzo de 2009, para la revista Vogue. En ese mismo año, pero en el mes de diciembre, apareció en portada de la revista Glamour, y fue calificada como la "Mujer del Año" por "su dedicación a los niños y a las mujeres jóvenes emprendedoras", declaró entonces la editora de la revista Cindi Leive.

Michelle Obama juega un papel que le sienta bien. Se nota que lo disfruta y que se siente como pez en el agua. Imaginemos una fotografía de Michelle Obama en pants, desaliñada y saliendo de una restaurante de comida rápida. Pues no, cuesta trabajo verla así. En esos detalles es donde se ve la mano de sus relacionistas públicos y media managers. ¡Trabajo impecable!

Por eso es que pregunto: al paso de los años, ¿Cómo será recordada la señora Obama: como frívola, deportista, buena ama de casa...? ¿Cómo?

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