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Miguel Colunga

Las Malvinas sin fin

Las Malvinas sin fin

El 1 de abril de 1982, los argentinos se despertaron con un ataque británico al territorio sureño de Malvinas. Reconocidas como suyas por ese nombre. Los británicos las tenían registradas como Islas Falkland.
La disputa territorial se tornó política. El encono armamentista duró poco más de 10 semanas. Unos 5,000 soldados de las Fuerzas Armadas argentinas desembarcaron en Malvinas ese dos de abril. Inexplicablemente 80 soldados británicos se encontraban en ese momento en el territorio. Optaron por huir. La Primer Ministra Margaret Thatcher ordenó un severo ataque con más fuerzas armadas, paracaidistas y unidades especiales. El conflicto armado derivó en la caída de la dictadura militar, en manos de la Junta Militar argentina.
Las Malvinas -entre vítores, discursos triunfalistas, de unificación nacional- quedaron dominadas por Gran Bretaña.
Hasta 1989 ambas partes pusieron fin al conflicto armado. Pero el fantasma del conflicto político continúa hasta ahora, luego de que se hallaran yacimientos petroleros en los alrededores de las islas.
Una historia que seguramente encendería pasiones, confrontaría opiniones, despertaría esa pequeña Argentina que dormita en todos sus habitantes y en sus corazones.
Una "guerrita" que reviviría Argentina o cualquier país sin medir distancias o poderío. Todo en nombre de la soberanía.
Y entonces los soldados, de uno y otro bando, abandonarán sus territorios -y sus cascos- como hicieron los argentinos en las Malvinas y se aprecia en la foto de este post. Porque los soldados terminan pagando la factura en las ideologías. Y de los egos de los políticos.

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Twitter: @miguelcolunga1

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